temas que distinguen tus clases de yoga

 

TEMAS QUE DISTINGUEN Y HACEN TUS CLASES ÚNICAS

Si eres principiante, quieres practicar yoga en casa, o si eres profesor de yoga, puedes sentir el deseo, la necesidad o la curiosidad de incorporar a tu clase de yoga un componente que vaya más allá de la práctica de asanas, meditación, relajación y pranayama. Ese componente que te sugiero, y del que voy a hablarte hoy, tiene la forma de dharma o enseñanza, conversación o comentarios que puedes sostener con tus alumnos o contigo mismo.

Clase de yoga con intención

¿CÓMO ELEGIR EL TEMA PARA TU CLASE DE YOGA?

Un tema es una idea importante que puede llevar a tus estudiantes o a ti a niveles más allá de lo físico. Muchas personas me han comentado que compartir un tema durante la clase los hace estar más presentes. El tema también nos permite llevar el yoga con nosotros y aplicarlo en todos los aspectos de la vida, y muchos seguimos pensando y meditando sobre él durante días.
Los temas destacan y refuerzan las otras ideas que estés tratando de enseñar a tus alumnos o que estés tratando de aplicar en tu vida. Y cuando se vinculan a asuntos puntuales del día a día, hay más probabilidades de entender el mensaje, de recordarlo y de aplicarlo.

La creación e implementación de temas es un arte. Aquí te pongo algunos consejos que te pueden servir de inspiración para que uses en tu práctica de yoga.

1. Que sea significativo.
Este puede ser el consejo más importante de todos. Asegúrate de que dominas el tema, y si no es así, medita sobre él, investiga antes de tratarlo. Tu seguridad y tu entusiasmo serán fuente de motivación para ti mismo y para los demás.

2. Introduce el tema desde el principio.
Los apasionados tenemos la tendencia a querer abarcar muchos aspectos en una sola clase. Pero la realidad es que muchas personas no pueden disfrutar de toda la información de la manera que se espera que lo hagan. Mientras están en la postura de El triángulo, por ejemplo, puede ser que se pregunte acerca de la alineación de su pie trasero o por qué su muslo le duele y no estén prestando atención a lo que estás hablando, por muy importante o interesante que sea. Pero si dices unas palabras sobre el tema al principio de la clase, mientras que todo el mundo está sentado o acostado, todo lo que digas será captado con mayor profundidad. Eso sí, tienes que hacer tu introducción muy breve. Creo que 5 minutos es un tiempo adecuado para que tus alumnos capten y no se sientan sermoneados ni cansados con el tema.
En el caso de que lleves una práctica individual, de igual manera te aconsejo que medites sobre el tema en los primeros minutos de tu sesión de yoga en casa.

3. Repetir, repetir, repetir, pero sin exagerar.
Si introduces el tema al principio de la clase y lo desarrollas completamente, éste aparecerá más superficial y menos importante que si lo mencionas con frecuencia. Si tienes duda en cuanto a la extensión, recuerda el viejo adagio: menos es por lo general mucho más. O sea, es más útil que tú mismo, o las personas que te acompañan, se queden con ganas de seguir escuchando más, a que los apabulles con el peso de mucha información.
Tanto si estás dando una clase, o si estás practicando solo, te aconsejo también que dejes un espacio para el silencio.

4. Que sea universal.
Es importante que todas las personas se sientan interesadas en el tema que escogiste porque será el hilo que una a toda la clase. Si alguna persona no se siente motivada puede haber una disociación entre los asistentes y todos lo sentirán. Incluso un tema como la satisfacción podría hacer que las personas se desconectan si alguien llega a estar sintiendo insatisfacción ese día. Pero no te preocupes, que no tienes que renunciar a ese tema, porque en ese caso, puedes utilizar el método de hablar sobre los opuestos complementarios. Por ejemplo, si abordas la satisfacción, incluyes también la insatisfacción; cuando hables de la alegría, podrías mencionar cómo la experiencia del descontento nos enseña acerca de la alegría, etcétera.
En tu práctica individual es diferente, pues normalmente escoges un tema en el que estés interesado en el momento de la práctica.

Mirando a tu alrededor, puedes extraer de allí multitudes de temas que les pueden interesar a todos. Quiero compartir contigo ahora algunos ejemplos de temas que puedes usar en tus clases.

Algunos ejemplos de temas para tu clase de yoga

• Mantén tu práctica y tu vida con una mente de principiante
• Haz hincapié en la base de las posturas, en la importancia de crear una base sólida en la clase de yoga y en la vida.
• Observar la diferencia entre tus lados del cuerpo nos permite conocernos mejor. Recuerda que todos tenemos una parte femenina y una masculina. Envía amor a ambas partes.
• Mantente alerta a tus pensamientos: Lo principal es no dejar que ningún pensamiento o sentimiento ocurra dentro de ti sin que tú te des cuenta. Esta práctica regular nos ayudará a tener el control de nuestra mente.
• No existe el fracaso, solo la retroalimentación. El fracaso nos ofrece información, es una parte del proceso de aprendizaje. Es una señal de que estamos alertas cuando nos damos cuenta de que hemos fallado y tomamos acción para cambiar.
• Recuerda que el sufrimiento está mayormente en nuestros pensamientos.
• La importancia de saber dar y saber recibir.
• Equilibrio: El yoga es equilibrio y el equilibrio es orden, precisión y bienestar.
• Sonríe, la vida es un espejo. La actitud que asumas ante la vida es la misma que la vida asumirá contigo.
• Saber escuchar. Existe un arte de escuchar. Para escuchar de veras, habría que hacer a un lado todos los prejuicios, formulaciones previas y diarias actividades. La verdad no puede dártela nadie. Tienes que descubrirla; y, para descubrir, es preciso que haya un estado mental en el que exista la percepción directa.