El Esoterismo, la mística y la espiritualidad
El Esoterismo, la mística y la espiritualidad
Se considera esotérico, lo oculto, lo reservado, doctrina que los filósofos de la antigüedad practicaban en secreto compartiéndola solamente con sus discípulos.
Muchos de los antiguos filósofos célebres reconocían este tipo de conocimiento y era común que se sintieran atraídos a frecuentar sectas místicas que estudiaban los fenómenos inexplicables más allá de lo físico.
La Cábala por ejemplo, es el conocimiento de enseñanzas ocultas, de origen judío, transmitida por revelación y tradición, que brinda una explicación esotérica sobre el origen del Universo y su estructura y sobre la naturaleza y el destino del hombre.
Según la Cábala , el camino de la sabiduría comienza con el silencio, el segundo paso es la escucha, el tercero la memoria, el cuarto la práctica y el quinto la enseñanza.
La Cábala es el punto de vista esotérico profundo de la “Tora”, libro sagrado judio.
Es un sistema de relaciones simbólicas que permite descubrir las capacidades ignoradas de la psique.
Los cabalistas utilizan las relaciones simbólicas entre las 22 letras del alfabeto hebreo (22 son también los arcanos mayores del Tarot) y los números del uno al diez.
La combinación de estos elementos da como resultado “El Árbol de la Vida”, que representa simbólicamente el Cosmos total y a la vez el alma humana en relación al cosmos.
Tanto la simbología de la Cábala como la del Tarot, provienen de los símbolos matemáticos del pitagorismo.
Para la Cábala, todo acto se distingue según:
1) la causa o sujeto de la acción
2) la acción específica llevada a cabo por ese sujeto
3) su efecto
1) la causa o sujeto de la acción
2) la acción específica llevada a cabo por ese sujeto
3) su efecto
Estos tres elementos son la trinidad que se presenta en todas las cosas, elementos inseparables que se necesitan recíprocamente para existir y que corresponden a una unidad.
En la creación, primero está el creador, segundo la acción de crear y tercero la criatura creada, y cuando uno de estos elementos desaparece, los otros también.
El primer elemento es por excelencia activo y representa el espíritu, el segundo es intermedio y corresponde al alma y el tercero estrictamente pasivo y se refiere al cuerpo.
Tanto en la Cábala como en el Tarot, los símbolos son sugerentes, o sea que son imposibles de verbalizar con palabras en su total significado profundo y representan la intuición de la armonía y del orden del cosmos, sin negar la movilidad del caos.
Las disciplinas mánticas o de adivinación son tan antiguas como la cultura más arcaica del hombre, vocación humana deseosa de conocer el futuro.
Hay que diferenciar los términos esoterismo, mística, magia y superstición.
El esoterismo es un estricto método de conocimiento, la mística es una experiencia emocional individual, la magia es una técnica y la superstición es una creencia recibida por tradición sin fundamento y contraria a la razón.
El esoterismo se comprende sólo a nivel del espíritu o intuición intelectual como todo elemento relacionado con la metafísica que se expresa en forma simbólica.
Las cartas del Tarot representan el camino de la iniciación y son similares a los símbolos que aparecen en los sueños.
Jung coincide con las intuiciones del Tarot al reconocer las batallas del hombre, primero contra los demás, en relación a su situación personal y su profesión; y segundo contra si mismo, en el proceso de individuación.
La diferencia entre la magia y los milagros es que ambos operan en niveles diferentes; la magia depende de la voluntad del hombre y los milagros se atribuyen a la voluntad de un ser trascendente, superando este último al poder de la magia.
La magia cabalística ha sido y es practicada con la condición de perseguir fines buenos y positivos, sometiéndose a la voluntad divina.
La Cábala explica la creación del universo, los hechos de la tierra y el problema existencial del hombre, con una perspectiva muy semejante a las teorías científicas más modernas.
Desarrolla una teoría del Ser y del sentido de la vida del hombre basados en el impulso de grandes fuerzas cósmicas que actúan sobre él, sin privarlo de la posibilidad de ejercer voluntariamente su libre albedrío y elegir en gran parte su destino.
La Cábala abarca tres aspectos: 1) es un modelo del macrocosmos, 2) es un cuerpo de conocimiento para conservar y transmitir y 3) es un desarrollo psicoespiritual que lleva al autoconocimiento.
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