el yoga y la alimentación
Esta semana quería hablarte un poco de la relación entre el yoga y la alimentación porque hay muchas personas que me preguntan por esto. Me he dado cuenta de que existen muchas dudas y un poco de confusión al respecto. Por ejemplo:
- ¿Cómo tengo que comer si practico yoga?
- ¿Existe una dieta yóguica?
- ¿Hay que ser necesariamente vegetariana?
Pues, sin ánimo de ser demasiado exhaustiva, porque el tema da para un libro, voy a intentar aclarar algunas de estas dudas, desde mi experiencia personal.
Llevar una alimentación saludable es un efecto secundario del yoga. Vamos que una cosa sigue a la otra, como el humo al fuego, sin que puedas evitarlo
Y te cuento por qué: el yoga te hace consciente, te despierta, desconecta el piloto automático y te pone al mando de tu vida en todas las facetas. Cuando empiezas a practicar yoga, comienzas a observarte, a darte cuenta de por qué haces lo que haces, dentro y fuera de la esterilla. Dejas de funcionar por inercia.
Además, al adoptar esta actitud de observadora de ti misma, vuelves a conectar con tu cuerpo y con sus necesidades de una forma natural.
Y esto ocurre también con la alimentación. Empiezas a preguntarte por qué comes lo que comes. Empiezas a escuchar claramente la voz de tu cuerpo, lo que necesita para nutrirse en cada momento.
El yoga es mindfulness, es recobrar la plena consciencia sobre todo lo que haces, y por lo tanto, te lleva necesariamente también a comer conscientemente.
¿CÓMO HAY QUE COMER SI PRACTICAS YOGA?
Como te decía más arriba, si practicas yoga no tienes que preocuparte por cómo comer porque tu cuerpo, tu intuición te marcarán el camino. Poco a poco te iniciarás en el comer consciente, y eso te llevará necesariamente a una dieta saludable.
¿EXISTE UNA DIETA YÓGUICA?
Muchas veces se confunde el yoga con el ayurveda, sobre todo en cuanto a la alimentación. Es cierto que son ciencias hermanas, pero para obtener los beneficios del ayurveda, necesitas estudiarlo durante muchos años o bien acudir a un terapeuta cualificado y experimentado.
La dieta yóguica, sin embargo, es algo mucho menos complicado. El doctor Dharma Singh Kalsha, en su libro La alimentación como medicina, desarrolla las bases de lo que denomina terapia nutricional yóguica. Esta terapia tiene seis principios:
- Desintoxicar el cuerpo.
- Optar por lo biológico (ecológico/orgánico).
- Limitar o eliminar el consumo de alimentos manipulados genéticamente.
- Comer proteínas limpias.
- Descubrir los zumos y los suplementos.
- Conciencia al cocinar y presencia mental al comer.
Siguiendo estos seis principios fundamentales, la comida se convierte no solo en nutrición sino también en medicina preventiva y remedio de dolencias y enfermedades.
¿HAY QUE SER NECESARIAMENTE VEGANA?
En mi opinión, no. Los practicantes de yoga en la India toman leche, y ghee (mantequilla purificada), de forma habitual.
Sin embargo, el primer principio ético del yoga es ahimsa o no violencia. Puede que el respeto a este principio te lleve a optar por no comer animales que hayan sido criados y sacrificados con sufrimiento.
Por otra parte, cuando practicas el comer consciente, es difícil comer animales muertos y disfrutarlo, por no decir imposible. Yo cuando como conscientemente unas tostadas con aceite, por ejemplo, disfruto pensando en todo el sol que llevan: el sol que han tomado los cereales y las olivas del aceite. Disfruto pensando en la energía limpia de esos alimentos. Sin embargo, no puedes hacer la misma reflexión cuando te comes un pollo, por ejemplo, porque pensar en lo que te estás comiendo te lleva necesariamente a darte cuenta de que ese animal ha sufrido para que tú lo lleves a tu plato.
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