los secretos de una ceremonia milenaria
Conocé los secretos de la ceremonia del té, una tradición japonesa resumida en armonía, respeto, pureza y tranquilidad, que resalta las sutilezas de los ciclos naturales y sus cuatro estaciones
El Museo Nacional de Arte Oriental abre sus puertas para presentar su nueva exhibición, "Chadō: el camino del té y la cultura de las cuatro estaciones". La muestra, con entrada libre y gratuita, está organizada en conjunto con Urasenke Argentina, institución que cumple 65 años y que se dedica a enseñar y difundir la sagrada ceremonia del té. Pero, ¿a qué llamamos ceremonia del té?
Un encuentro de té es una manera de resaltar las sutilezas de los ciclos naturales y disfrutar de esos pequeños detalles a partir de los objetos que se utilizan. Estos, por su diseño, su funcionalidad o su nombre poético, transmiten un sentimiento relacionado con el otoño, la primavera, el verano y el invierno.
¿Cuándo? Podés visitar la muestra de martes a viernes de 12.30 a 17 y sábados y domingos, de 12.30 a 19.
¿Dónde? Avenida del Libertador 1902, 1° piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La especialista
Malena Higashi, estudiante y practicante de Ceremonia del Té de la Escuela Urasenke, nos introduce en la tradición japonesa recreando el momento de la ceremonia.
"En nuestra escuela, con sede en Kioto, Japón, esta tradición tiene una historia de 400 años. El maestro Sen no Rikyū, mano derecha del unificador Hideyoshi, en el siglo XVI, perfeccionó esta práctica que estudiamos hasta estos días. Se puede transmitir la paz a través de una taza de té. Dos culturas también pueden llegar a un entendimiento a través del té, y también a la paz interior. Sen no Rikyū habla de cuatro pilares: armonía (wa), respeto (kei), pureza (sei) y tranquilidad (jaku), cuatro palabras que resumen el espíritu del camino de esta infusión y su ritual".
(Foto: Malena Higashi, estudiante y practicante de Ceremonia del Té en la Escuela Urasenke).
¿Qué significa la ceremonia?
"La ceremonia del té tiene múltiples significados y mucha influencia del budismo zen -explica Malena-. Se la conoce con los nombres de Chado, el camino del té, o Chanoyu, agua caliente para el té. En Japón, en las escuelas tradicionales, es un arte que se transmite de generación en generación, de padres a hijos. Es una meditación en movimiento, una manera de vaciar la mente, de contemplar cosas bellas y de estar en el momento presente, eso es muy importante".
"Cuando el anfitrión o anfitriona de la ceremonia elige una caligrafía -continúa la especialista-, arma un arreglo floral, prepara un dulce o escribe una invitación con un poema, lo hace pensando en la persona invitada".
El té en Argentina
La primera demostración que se realizó en Argentina fue en una casona ubicada en la calle Luis María Campos, propiedad de Kenkichi Yokohama, un coleccionista de antigüedades japonesas y chinas. Tuvo dos hijas, una de ellas, Orlanda Yokohama, que se dedicó al arte y dirigió este Museo Nacional de Arte Oriental entre el año 1976 y 1996, y la otra, Norma Yokohama, quién se dedicó a difundir la práctica del Chado.
-¿Cómo llega el té a Japón y por qué tiene tanta importancia?
-El té es la bebida por excelencia en Japón y muchos países de Oriente, está ligado a su historia y filosofía. Lo bebían los monjes budistas para sus largas horas de meditación. Las primeras semillas fueron traídas de China al igual que muchos de los elementos con los que se practicaba la ceremonia originalmente. El maestro Sen no Rikyū japonizó la práctica y empezó a circular mucha cerámica japonesa, cerámica local, elementos de bambú. Se buscaba que la ceremonia destacara la estética wabi, la belleza austera de las cosas, la belleza simple.
-¿Cómo se desarrolla la ceremonia?
-Existen distintos procedimientos para preparar el té. Uno de ellos es Chabako, de mediados del siglo XIX. La particularidad es que todos los elementos están contenidos en una cajita (Chabako) y que se puede hacer al aire libre. Este procedimiento se llama Unohana chabako. Unohana es una flor japonesa que crece en el mes de mayo y está relacionado con el verano.
Se usa un cucharón de bambú para tomar el agua caliente y servir agua fría o agua caliente y una pequeña pava. Siempre se sirve matcha, te verde molido, en polvo, que se bate con un batidor de bambú. La taza se llama chawan y es una taza sin asa. Hay dos maneras de prepararlo: Usucha (té liviano) o koicha (té espeso).
-¿Qué acompaña al té?
- Se sirven unos dulces, que se comen antes de té, a diferencia de otras culturas donde se mezcla la infusión con las comidas. En este procedimiento de Chabako se sirve un tipo de dulce que puede ser un caramelito llamdado kompeto, de origen portugués y en este caso, se servirá también un dulce hecho a base de una fruta azucarada, mientras que en el koicha se sirve otro tipo de dulce, húmedo, relleno de anko (pasta hecha con poroto azuki y azúcar).
-¿Cómo se prepara la mesa?
-La anfitriona primero acomodará todos los elementos y luego purificará algunos de ellos. Todos los utensilios están limpios pero purificarlos, frente a los invitados, es una manera de demostrar que está preocupada por cada detalle. Luego preparará el té.
"El primer invitado toma la taza con la mano derecha y la apoya sobre la mano izquierda. Agradece levemente y gira la taza dos veces para que los labios no toquen el frente de la taza, que tiene un dibujo. Cuando se entrega se hace de frente, pero cuando se recibe, para no tomar de ese frente, se gira la taza. Se sirve muy poca cantidad, no se sirve hasta el tope de la taza. Si la taza tiene té aún no se la puede dar vuelta para observarla, entonces se toma hasta el último sorbo"
-¿Qué duración tiene la ceremonia?
-Un encuentro formal de té se llama Chaji y puede durar hasta cuatro horas. Los invitados y la anfitriona usan kimono. La anfitriona coloca los carbones en el brasero, delante de sus invitados, y allí coloca un incienso que va impregnando toda la sala. Antes del té la anfitriona sirve una comida que se llama Kaiseki, que se acompaña con sake. Luego se sirve el dulce húmedo y posteriormente el koicha y luego el usucha.
La Casa de Té
Se llama Chashitsu. Está rodeada de un jardín llamado Roji. Un camino de piedras lleva a la casa de té y se dice que en esa caminata se van dejando atrás las preocupaciones mundanas. La puerta de entrada es casi cuadrada, mide 65 x70 centímetros, hay que agachar la cabeza y deslizarse para entrar. Los colores cálidos de la madera, los paneles corredizos de papel y las paredes rústicas de adobe imprimen el ambiente de estética wabi.
"El tokonoma es el espacio de honor de la sala. Siempre se cuelga una caligrafía y se arma un arreglo floral, muy simple, la flor se acomoda de manera que imite a la naturaleza", explica Malena Higashi.
Las estaciones en la Ceremonia del Té
La naturaleza y las estaciones están muy ligadas a la cultura japonesa. En la ceremonia se intenta traer todo ese universo a la sala de té, a través de la elección de determinada taza, determinada caligrafía o arreglo floral.
Primavera
La primavera japonesa está asociada al florecimiento del sakura (cerezo) y el hanami (la tradición de observar las flores especialmente las de sakura.
Verano
En verano se cuelgan cortinas plegables de esterilla en la sala, que generan un efecto visual: la luz del sol veteada que se ve en un bosque. En el tokonoma las caligrafías hacen alusión al agua o al viento.
Otoño
En otoño, además de las hojas rojas del momiji (arce japonpes) y las hojas doradas del ginkgo se aprecia la luna. Desde tiempos remotos fue considerada la diosa de la gracia y dicen que en su superficie se puede ver un conejo.
Invierno
En invierno la sala de té cambia: las cortinas son reemplazadas por las puertas corredizas de papel que dejan filtrar la luz de una manera tenue pero cálida a la vez. Se encuentra regocijo en el sonido del agua hirviendo lista para preparar el té. Este sonido lleva el nombre matsu kaze: es el sonido del viento entre los pinos. Y con ese sonido disfrutamos de una taza de té caliente en las manos.
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